Durante la confección de nuestros árboles genealógicos, hemos de examinar y leer multitud de documentación histórica de épocas pasadas: actas parroquiales, protocolos notariales, certificados del Registro Civil, actas concejiles, correspondencia, etc. El objetivo en primer lugar es encontrar el documento que nos sea de interés, para después extraer toda la información que contiene.
Para ello es básico ser capaces de realizar una lectura comprensiva y detallada del documento, algo que en ocasiones es muy complejo tanto por el tipo de letra usado por nuestros antepasados, para nada semejante a la actual, como por la ausencia de normas ortográficas (la primera “Orthographia española” no
fue publicada hasta 1741 por la RAE).
Por todo ello es más que recomendable, básico diría yo, adquirir algunos conocimientos de Paleografía. A ello se dirige la presente charla, a modo de
introducción de esta ciencia y de las ventajas que su estudio nos proporcionará a la hora de enfrentarnos a documentos antiguos de letra infernal.
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